lunes, 5 de julio de 2010

…Y DIJIMOS QUE ESTABA BIEN

En una entrevista que Jane Clayson hizo a la hija de Billy Graham en un programa estadounidense (Early Show), Jane le preguntó: “¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?“ (se refería a los ataques del 11 de septiembre).

Anne Graham dio una respuesta sumamente profunda y llena de sabiduría.

Dijo: "Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso. Pero durante años hemos estado diciéndole que se salga de nuestras escuelas, que se vaya de nuestro gobierno y que abandone nuestras vidas”.
“Y siendo el caballero que Él es, creo que se ha retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su bendición y Su protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?"
A la luz de ciertos sucesos recientes... ataques terroristas, tiros en los colegios, violencia doméstica, manifestaciones violentas, quema provocada de bosques, etc…
Creo recordar que en Estados Unidos todo comenzó cuando Madeleine Murria O'Hare pidió que no se rezara en los escuelas, y los americanos dijeron que estaba bien.
Ella fue asesinada…Hace poco se descubrió su cadáver.

Luego alguien dijo que mejor no se leyera la Biblia en las escuelas...
(Ya sabes que la Biblia dice no matarás, no robarás, amarás a tu prójimo como a ti mismo…) Y dijimos que estaba bien.
Luego el Dr. Benjamín Spock dijo que no debíamos castigar a nuestros hijos cuando se portaban mal porque sus pequeñas personalidades se malograrían y podríamos herir su autoestima.
Dijimos: los expertos saben lo que dicen. Y dijimos que estaba bien, Desafortunadamente, el hijo del Dr. Spock se suicidó.

Alguien dijo que los profesores y directores de los colegios no deberían castigar a nuestros hijos cuando se portan mal.
Los directivos de los colegios dijeron que no se le ocurriera a ningún miembro del claustro disciplinar a ningún estudiante que se portara mal: no querían publicidad negativa, ni tampoco deseaban que les llevaran a los tribunales. (Es sabido que hay una gran diferencia entre castigar, tocar, golpear, abofetear, humillar, dar una patada, etc., pero la prohibición era ABSOLUTA: ni siquiera se podía echar a nadie de clase).
Y dijimos que eso sí que estaba bien

Luego alguien pidió: dejemos que nuestras hijas aborten si quieren o si lo necesitan; que ni siquiera tengan que decírselo a sus padres.
Y, aunque algunos protestaron, nadie se opuso: dijimos que estaba bien

Luego uno de los miembros del consejo de administración de los colegios dijo:

Démosle a nuestros hijos todos los condones que quieran para que puedan divertirse al máximo. (Pensaban: en el fondo ni se pueden controlar, ni nunca aprenderán a controlarse. Los chicos siempre van a ser chicos y de todos modos lo van a hacer). Además, no es necesario decirles a sus padres que se los dimos en la escuela.
Y dijimos, sin darle mayor importancia, que estaba bien.
Luego algunos altos cargos públicos dijeron que no importaba lo que hiciéramos en privado mientras cumpliéramos con nuestro trabajo. (Como si el buen ejemplo de los líderes no fuera importante).
Como nadie se opuso, ni reaccionó, se puede decir que todos estuvimos de acuerdo con ellos.
Así, dijimos: no me importa lo que nadie (incluyendo al Presidente) haga en su vida privada mientras yo tenga mi trabajo y la economía funcione bien.

Luego alguien dijo: imprimamos revistas con fotografías de mujeres desnudas
vamos a decir que esto es una apreciación sana y realista de la belleza del cuerpo femenino. Y dijimos que estaba bien
Y luego alguien más llevó más allá esa decisión y publicó fotografías obscenas de niños desnudos, Llevando el hecho aún más allá, cuando las colgó en Internet.
Y aunque no nos gustó, ahí continúan; de alguna manera dijimos que estaba bien.
Para justificarlo alguien dijo:
Los autores tienen derecho a su libertad de expresión
Al mismo tiempo la industria de las diversiones dijo:
hagamos programas de televisión y películas que promuevan lo profano, la violencia y el sexo como fin (sin amor). Y decidieron que lo que estaba mal en la vida real, no estaba mal en la vida virtual.
Y nos quejamos de la tele, pero siempre está puesta: en el fondo dijimos que estaba bien. Grabemos música que estimule las violaciones, las drogas, los suicidios y los temas satánicos. Y pensamos: - Pero hombre, no seas exagerado. Nadie se lo toma en serio: no es más que diversión. El ritmo es bueno…no tiene efectos negativos. Y dijimos que estaba bien

Ahora nos preguntamos

• ¿por qué nuestros niños no tienen conciencia,

• por qué no saben distinguir entre el bien y el mal,

• y por qué no les preocupa matar o maltratar a desconocidos, a sus compañeros de escuela, o a ellos mismos?

• ¿qué valores hemos pasado a esta generación?

• ¿por qué fallan tantos matrimonios?
Probablemente, si lo pensamos bien y despacio, encontraremos la respuesta Todo esto parece que tiene mucho que ver con…

“LO QUE SEMBRAMOS ES LO QUE COSECHAMOS."

Viejo, mi querido viejo

Consejeria Juvenil