martes, 10 de diciembre de 2013

Los Cristianos deberíamos ser la única alternativa para este País pero…

En nuestro país desde hace unos 10 años se empezó a vislumbrar que los candidatos políticos comenzaron a coquetear con los líderes cristianos y viceversa. En estos últimos años se ha incrementado al 100%, es decir, los políticos andan buscando votos de los cristianos a cambio de prometer la libertad de culto y algunos beneficios como equipos de sonido, algunas sillas, arreglarles el techo, etc…Lamentablemente muchos líderes religiosos parece que les gusta figurar en fotos con los políticos y buscar sus favores. Creo firmemente que un cristiano puede ser alguien con criterio político, pero no político partidarista. En nuestro país muchos púlpitos son usados como plataformas politiqueras partidaristas y al final aún los mismos líderes religiosos casi obligan a sus ovejas a votar por uno u otro líder político.

Jesucristo nos ha constituido a los cristianos en una comunidad alternativa, en contraposición a los reinos de este mundo, pues su Reino (sistema de valores) no es de este mundo (Juan 18:36-37).

Creo que los cristianos deberíamos ser la única alternativa para este País hundido en la corrupción, injusticia, violencia, circo politiquero pero…la realidad es otra, pues mientras no dejemos el romanticismo evangélico y la espiritualidad gnóstica del primer siglo y nos hagamos mas humanos viendo las necesidades de las personas y ayudándoles a superarse , mientras no dejemos el slogan “yo me voy a volar a las nubes y este mundo podrido se quemará” y veamos mas a las personas como Jesús las veía en Mateo 9:35-36 y no solo orar un día y ser reconocidos por la Republica, cuando ya somos conocidos por Dios. Mientras no denunciemos las injusticias de nuestro país y denunciemos a los líderes políticos y les digamos que hay un Dios al cual todos grandes y pequeños, poderosos y débiles, daremos cuentas y que Él vela por el pobre, el marginado, por la viuda y el huérfano, y en vez de coquetear con los políticos, les digamos que nosotros les tenemos una agenda para este país y para ellos y no ellos a nosotros…sinceramente nuestro país seguirá hundiéndose en la miseria, injusticia, violencia y no habrá ningún “cambio” ni “oportunidades” ni “soluciones en 100 días”

martes, 3 de diciembre de 2013

¿Para qué sirven los partidos políticos protestantes? por Juan Stam

Martín Lutero dijo una vez que preferiría ser gobernado por un turco competente que por un cristiano incompetente. Hoy podríamos decir que para gobernar, mejor un ateo honesto que un protestante corrupto (los hay), mediocre o confundido (también los hay, y muchos). Ser "cristiano" y ser estadista y buen gobernante no siempre coinciden.

¿Qué significa ser "un diputado cristiano"? No basta con sólo ser miembro de una iglesia protestante, o hasta pastor. Un verdadero cristiano es un discípulo, un seguidor de Jesucristo hasta las últimas consecuencias. Ser realmente cristiano en el terreno político significa luchar a favor de la visión bíblica de justicia, igualdad, amor y vida digna para todos. Significa luchar contra el prejuicio, la corrupción y la violencia, en todas sus formas. ¿Habrá uno solo de nuestros políticos "evangélicos" que esté comprometido con ese proyecto cristiano? Por eso prefiero hablar de "partidos protestantes" en vez de cristianos o evangélicos. Por sus frutos los conoceréis, dijo Jesús, y no por su retórica ni su afiliación eclesiástica. En su comportamiento político estos partidos están muy lejos de poder llamarse cristianos o evangélicos.

He conocido diferentes partidos protestantes de Centroamérica, y ninguno ha tenido una teología bíblica y cristiana de la tarea política. Parecen ignorar el significado político de la teología de la creación, el mensaje bíblico del Año de Jubileo, y la ética social de los profetas hebreos, de Juan el Bautista y de Jesús. Aun entre los que se llaman "pentecostales", pocos toman en serio el modelo pentecostal de vida comunitaria, donde tenían todas las cosas en común y "nadie decía ser suyo propio nada de lo que tenía". El mensaje político de la Biblia es sumamente profundo y radical, pero en cuanto a estos partidos, no tiene nada que ver. Por eso, tampoco ofrecen algún programa integral o alguna alternativa al oficialismo del momento, porque no son suficientemente cristianos, evangélicos y bíblicos. Su fracaso peor es su fracaso teológico.

Algo muy peculiar de estos partidos es que ignoran por completo la clásica doctrina evangélica de separación de iglesia y estado. Su error es doble: malentienden la relación entre fe y política y malentienden también la relación entre la iglesia y el estado. En Costa Rica, esto nos ha llevado a la increíble anomalía de un partido protestante que defiende a capa y espada el estado confesional católico de la nación. Esas son contradicciones del tamaño de cualquier megaiglesia.

En realidad, la agenda de estos partidos es muy limitada. En primer lugar está defender los intereses de sus iglesias, por lo que tienden a ser muy sumisos a las autoridades nacionales en el poder. En segundo lugar están ciertos temas sexuales, sobre todo aborto y homosexualidad, manejados muy superficialmente y con un fanatismo que ayuda a consolidar su bloque electoral protestante. El primer objetivo es una especie de egoísmo colectivo que no justifica su presencia en el gobierno, y para el segundo objetivo hay otros que promueven vigorosamente esas causas sin necesidad de partidos y diputados protestantes.

En realidad estos no son partidos cristianos ni evangélicos, sino partidos sectaristas. Sus diputados quedan electos porque hay una población protestante suficientemente grande para votar monolíticamente por ellos. Pero si un cristiano o una cristiana tiene una visión para el país y quiere servir a la patria, debe lanzarse de candidato en uno de los partidos nacionales y competir electoralmente con los demás aspirantes. Con los diputados protestantes que hemos tenido, lo más seguro es que ni llegan a postularse, mucho menos quedarían electos. Y qué bueno sería que tuviéramos auténticos cristianas y cristianas, competentes y bien informados, presentes como levadura y semilla en los clásicos partidos del país.

Es claro que nuestros países necesitan urgentemente una voz profética y un aporte cristiano a la política. Pero no lo van a recibir de estos partidos sectarios seudo-evangélicos. Estos partidos son un anti-testimonio.

En resumir, para responder a nuestra pregunta:

¿Para qué sirven los partidos políticos protestantes?

La respuesta es fácil. Sirven para elegir diputados protestantes.

¿Y para qué sirven esos diputados protestantes?

¡Qué pregunta más difícil!

Viejo, mi querido viejo

Consejeria Juvenil