La Comunidad del Maestro, era una comunidad itinerante, sin templo donde congregarse y sentirse cómodos. Su templo estaba en las afueras, es decir aldeas, los pueblos, las ciudades, los montes, los lagos y ríos, las casas en fin en todo lugar.
Allí no existía el Clero ni Laicos, lo que había era una koinonia que producía relaciones de amistad, la cual acercaba a los pecadores al Reino y que molestaba a los que se creían justos y religiosos orgullosos que eran esclavos de la tradición, dogmas y mandamientos de hombres que los alejaban cada vez mas del Reino de Dios.
su discipulado era transmisión de vida, era pragmático y no teórico, era en el día a día, en el caminar con aquel campesino de galilea conocido como Jesús.
Era una comunidad no muy grande ni mucho menos poderosa ante los ojos del Imperio Romano, pero que en 3 años de caminar con su maestro, fueron desafiados, retados, enviados y transformados por Él.
Esta comunidad fue la punta de lanza del kerigma, esa proclamación del Reino la cual fue empoderada por el Espíritu Santo para hacer la misión de Dios, siguiendo los pasos de la vida ejemplar y perfecta del Jesús Histórico y Cristo Resucitado, llegando ser semejante a Él.
Tomado del blog de ED
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