En nuestro país El Salvador la “celebración” de Halloween es condenada por la mayoría de las Iglesias Cristianas Evangélicas, Católicas y otras algunas otras religiones, por su carácter de origen pagano y diabólico que se le ha dado y que en realidad es.
Aunque bien es cierto que su origen es pagano y diabólico, quiero señalar que “en teoría” los cristianos de El Salvador no celebramos dicho evento.. Lo que me refiero es que en algunos casos los padres compran mascaras o atuendos o promueven en casa con sus hijos Halloween.
Si somos más sinceros, si en realidad queremos no participar en las obras infructuosas de las tinieblas y apartarnos de todo lo diabólico y pagano que representa Halloween, deberíamos dejar de ver películas de terror, películas de magia como Harry Potter, no consultar el Horóscopo, la música con mensaje pagano y diabólico, las carituras para niños con ese enfoque entre otras cosas; es decir, no solo un evento al año donde nos ponemos en contra y el resto del año nos alimentamos de estas y otras cosas.
En mi opinión, creo que Halloween debería de ser una oportunidad para compartir las buenas nuevas de salvación y abrir las puertas a aquellos que están lejos de Dios y mostrarles algo diferente.
¿Cómo podríamos hacerlo?
Como familia queremos probar hacer lo siguiente: en la noche que salen los niños con sus trajes tocando puerta por puerta pidiendo dulces o haciendo travesuras, poder darles una bolsita con dulces y chocolates, más un tratado evangelístico de Publicaciones Chick http://www.chick.com/es/ donde tocan esos temas de Halloween. Esos tratados evangelísticos son muy llamativos pues son hechos como en forma de pasquines, de fácil lectura y con un mensaje extraído de las escrituras. Los niños disfrutaran no solo de los dulces, pero también disfrutarán de una lectura reflexiva que pueda quedar sembrada la semilla de la palabra de Dios en sus corazones.
Puede que algunos estén de acuerdo y otros más conservadores no lo estén, sin embargo, vale la pena arriesgarse y dejar que Dios haga su obra en la vida de estos niños y quién sabe si también en la de sus padres.
¿Qué dices?
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