UN DESAFIO PARA LA IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA EN EL 2012
Por favor, salgan de sus cuatro paredes de la iglesia, y hagan verdaderos discípulos que de verdad den fruto bueno a todas las naciones, bautizándolos no solo como un ritual; sino conscientes de lo que hacen, no solo por pertenecer a una organización eclesiástica o tomar la “santa cena” en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles ustedes con su ejemplo no solo con palabras que guarden todas las cosas que os he mandado o sea que cumplan con mi voluntad no solo digan qué bonito el mensaje; y he aquí yo estoy con vosotros los de verdad todos los días, hasta el fin del mundo. Por favor. Amén.
Me imaginó que así sonaría hoy en pleno siglo XXI reinterpretado Mateo 28: 19-20 por el Señor.
Unas preguntas:
¿Cuáles son los métodos innovadores para predicar a una generación con pensamiento post-moderno?
¿Cuándo fue la última vez que compartiste tu fe?
¿Sabes como evangelizar bíblicamente a alguien que sea testigo de Jehová, Mormón, Budista o Islámico?
¿Qué estrategias tienen para el evangelismo del siglo XXI?
¿Cuáles son los métodos innovadores para predicar a una generación con pensamiento post-moderno?
¿Cuándo fue la última vez que compartiste tu fe?
¿Sabes como evangelizar bíblicamente a alguien que sea testigo de Jehová, Mormón, Budista o Islámico?
¿Qué estrategias tienen para el evangelismo del siglo XXI?
Se han escrito libros, dado seminarios, predicado varias veces y escuchado sin parar en la radio y televisión la famosa gran comisión, sin embargo parece que el desafío más grande que la iglesia cristiana evangélica tiene hoy en día es volver a reinterpretar dicho pasaje de la biblia y actualizarlo para el siglo XXI especialmente en nuestro amado país El Salvador.
Alguien dijo: el error de los cristianos es que hemos dejado el evangelismo a los evangelistas, que verdad más grande, pues parece que parte de la iglesia ha decidido que es mejor dejarle ese mandato a otros como pastores, líderes o ministerios de evangelismo de radio y televisión; o queremos seguir usando métodos de evangelismo de hace 35 ó 40 años atrás que nos heredaron nuestros hermanos gringuitos.
A parte de eso creo que hemos cometido un grave error y es el de presentar un evangelio o forma de “recibir o aceptar a Cristo” que no está en ningún lado de la escritura, es decir, mire lo que hemos hecho:
1-Primero decimos que debe de tomar una decisión ¿tomar una decisión? El ser humano no busca a Dios ni quiere (Romanos 3:10-12), el ser humano está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2: 5) pues es Dios quién da vida…un muerto no puede tomar una decisión de aceptar o recibir algo, imposible a menos que un poder sobrenatural lo llame y le de vida, como el ejemplo de Lázaro y del mismo Jesús.
1-Primero decimos que debe de tomar una decisión ¿tomar una decisión? El ser humano no busca a Dios ni quiere (Romanos 3:10-12), el ser humano está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2: 5) pues es Dios quién da vida…un muerto no puede tomar una decisión de aceptar o recibir algo, imposible a menos que un poder sobrenatural lo llame y le de vida, como el ejemplo de Lázaro y del mismo Jesús.
2-Le guiamos en una oración pre fabricada y no algo que él quiera decir o entender del todo…Jesús dijo: Arrepentíos o pereceréis (Lucas 13:3,5) Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 4:17) donde está esto en nuestros encuentros evangelisticos, ¿Usted me dirá? Romanos 10:9-10 dice que si confesamos que Jesús es el Señor y cree en su corazón será salvo…sin embargo debemos entender que significaba confesar a Jesús con el Señor y las consecuencias de esto…Jesús dijo: no todo el que me diga Señor, Señor entrará en el reino de los cielos (Mateo 7:21) no hay en ningún lugar una oración para recibir a Cristo, ni mucho menos levantar la mano, perdón pero no existe.
Hoy en día en la mayoría de las Iglesias Evangélicas de América, los hombres y mujeres perdidos, los niños y niñas son llamados a hacer una oración si quieren ir al cielo, cuando deberían ser llamados a que se arrepientan y confíen en Cristo como su Señor y Salvador. No es la oración la que salva, sino el sentimiento de arrepentimiento y la fe sincera. ¿Cuantos en el día de hoy no han sido guiados en la oración del pecador y se ha pronunciado salvación sobre ellos al momento de decir “amen”, y sin embargo que no se han arrepentido, ni creído, y sus vidas nunca han cambiado?
No sólo se les da una falsa seguridad, sino que la misma falsa seguridad los hace endurecerse a las verdaderas demandas del Evangelio. Ellos se apoyan en su oración como si esta fuera una fórmula mágica que les dará la entrada en el Reino de los cielos, y cierran sus oídos a la predicación del verdadero evangelio. (Paul Washer)
3-Después de la oración les declaramos “Papalmente salvos”, les decimos que irán al cielo como por arte de magia. No estoy hablando de obras para “ir al cielo” sabemos que es por gracia, sin embargo creo que se nos ha olvidado que por sus frutos los conoceréis
(Mateo 7:20) así de simple NO HAY FRUTO no podemos decir que es salvo o salva.
(Mateo 7:20) así de simple NO HAY FRUTO no podemos decir que es salvo o salva.
El desafío más grande para nosotros es presentar el evangelio de una manera más fresca, más actualizada y más bíblica, no solo hablar sino más bien mostrar que el evangelio transforma vidas, pues nuestro testimonio es con los de afuera (1 Timoteo 3:7, Efesios 4:5) no con los hermanos y hermanas de la iglesia. Pues no podemos hablar de algo que ha cambiado nuestras vidas si las nuestras no muestran ese cambio del que tanto hablamos…alguien dijo: una imagen vale más que mil palabras… ¿Se puede ver la imagen de Cristo en tu vida?
Para encontrar seguridad, no estamos llamados a ver una fecha en el pasado, sino ver nuestras vidas en el presente. Debemos cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestra profesión de fe. En las palabras de Juan el Bautista, ¿estamos dando frutos dignos de arrepentimiento? (Paul Washer)
Debemos que tener claro que fuera de las cuatro paredes de la iglesia están aquellos que están sin Dios y que necesitan escuchar el mensaje de salvación, las buenas nuevas, ellos difícilmente vendrán o entrarán en nuestras iglesias y eso traerá consecuencias al evangelismo o método que implementemos pues la iglesia tiene que determinar que resulta más importante: tocar el corazón del pre creyente o no molestar la opinión del cristiano tradicional. (Junior Zapata)
Feliz fin de año
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