A través de los años he escuchado la frase “demos buen testimonio”, “comportémonos bien en la casa de Dios” , lo cual apruebo y está muy bien. Sin embargo, siendo sincero, he visto como el testimonio se ha reducido a la vida de iglesia y en el templo, delante de los líderes o pastores, pero no así para con los de afuera.
El apóstol Pablo en Colosenses 4: 5 dice: Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y aprovechen al máximo cada oportunidad.(NTV) en la versión Lenguaje actual dice: Usen su inteligencia para tratar como se debe a los que no confían en Cristo. Aprovechen bien cada oportunidad que tengan.
La referencia que hace el apóstol es que nuestro testimonio es para los que no conocen a Cristo, algo que en lo personal, creo las iglesias en general ha olvidado.
Nos hemos preocupado mas por nuestro testimonio en la iglesia que fuera de ella. Los no creyentes aunque no lo parezca, tienen sus ojos puestos en aquellos que nos llamamos cristianos; están pendientes de nuestro hablar, de nuestro pensamiento y de la forma en la cual reaccionamos ante las distintas situaciones o dificultades.
Es importante poder mostrar nuestra luz, nuestro testimonio, a los de afuera, no por ser vistos y admirados, sino para que el mundo conozca a Jesús, que Glorifiquen al Padre.
Jesús dijo:
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16
Así alumbre vuestra luz…vean vuestras buenas obras…¿Los de afuera pueden ver nuestra luz?
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